viernes, 9 de octubre de 2015

Tinepet: mascota virtual para niños autistas



Fátima Mulero ha inventado una mascota virtual que favorece el desarrollo de personas con necesidades educativas especiales

Nació a mediados de la década de los 90 y revolucionó los hogares de medio mundo. Un nuevo inquilino al que dar de comer, dormir e incluso mimar se instaló en las casas. Llegó en blanco y negro, con una pantalla pixelada, en forma de huevo, y con sólo tres o cuatro botones. Con esas características logró que muchos estuvieran constantemente pendientes de sus bolsillos para cuidar a un demandante animal y evitar que se muriera. Tanto es así que el ‘tamagotchi’, la mascota virtual por excelencia creada por la japonesa Aki Maita y comercializada por Bandai, vendió 80 millones de unidades.

Éste llegó en una época donde los móviles pesaban casi tanto como las tabletas. Sin embargo, por primera vez muchos niños tuvieron en sus manos un dispositivo portátil que contenía vida. De hecho, pudieron manipular incluso el destino de su ‘amigo’ con un aparato que generó consecuencias positivas (los niños empezaban a tener una responsabilidad) y negativas (la depresión por no cumplir las necesidades del ‘muñeco’).

Hoy, 17 años después, ya puede decirse que el ‘tamagotchi’ forma parte de la historia de las mascotas virtuales y que ha servido de inspiración para crear aplicaciones, ahora mucho más avanzadas, y con un fin social y educativo. Es el caso de Tinepet, una aplicación para IOS (el sistema operativo de Apple con el que funcionan los iPhone y los iPad) que pretende convertirse en un tratamiento innovador para usuarios que padecen autismo, que sufren déficit de atención con hiperactividad (TDAH), o que tienen un trastorno generalizado del desarrollo.

En este invento, una mascota virtual trata de captar y mantener la atención de sus ‘dueños’ proporcionando órdenes sencillas. El principal objetivo de esta aplicación, diseñada para móviles y tabletas, es que se adquieran patrones de conducta. Además, permite trabajar la secuenciación de tareas sencillas, la focalización de la atención y el entrenamiento de la memoria a corto plazo para mejorar la calidad de vida, el aprendizaje y el desarrollo evolutivo de los niños.


Fátima ha participado con este proyecto en el Club Universitario de Innovación de la Universidad Pontificia de Salamanca del curso 2012-2013, una iniciativa en la que se presentan cada año numerosos proyectos relacionados con el mundo de las nuevas tecnologías.

El suyo fue elegido entre más de medio de centenar de propuestas y ya está sonando en diferentes puntos de la geografía española. «Me han escrito familias que tienen hijos con autismo, otras con familiares que padecen TDAH. También se han puesto en contacto conmigo psicólogas de varias asociaciones. He recibido muchos correos electrónicos de gente del País Vasco y de Castilla y León. En total, 64. En la mayoría me preguntaban dudas y sobre todo querían saber cuándo va a estar disponible la aplicación o incluso si va a presentarse con algún manual de instrucciones», cuenta Fátima.

Seis meses de trabajo

La Universidad Pontificia de Salamanca y la Junta de Castilla y León publicó en 2012 la convocatoria de proyectos de base tecnológica y de orientación social, una iniciativa a la que se presentó Fátima. Una vez que le concedieron la ayuda de 600 euros para hacer realidad su idea, se puso manos a la obra. Durante seis meses ha trabajado en una aplicación que en agosto estará disponible en IOS. «Primero la ofreceré de manera gratuita y luego introduciré mejoras a partir de las críticas y consejos que reciba por parte de los usuarios. Además, también pretendo que esté disponible en el sistema operativo Android», detalla la joven, que asegura que para alcanzar estos resultados se ha documentado y ha realizado estudios de mercado. «He hablado con nueve asociaciones y más de 30 familias con hijos que padecen este tipo de enfermedades», afirma.

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