miércoles, 4 de noviembre de 2015

Bastón para invidentes con sensor de obstáculos

"Las primeras veces que alguien sale con el bastón agacha la cabeza, se hace un ovillo porque piensa que algo le va a golpear". Por ello, el sistema desarrollado por la UMH consta de tres sensores que detectan los objetos que el invidente tiene su alrededor, avisándole a través de la vibración de una pulsera magnética de aquellos que se encuentran exclusivamente sobre su cabeza, como las ramas o los toldos de los bares, para no saturarle de información.

En los últimos años han aparecido diferentes prototipos para mejorar los bastones blancos tradicionales
Un microcontrolador regula la distancia de detección según las necesidades del usuario: se programa previamente el dispositivo para que se adapte a cada invidente, según sus características físicas, como la altura y la anchura de los hombros, o la velocidad de sus pasos. "Cuando presentamos el bastón en Terrasa, un invidente venía con un moratón en la cara. Esa misma mañana se había dado un golpe", explica Eduardo Fernández, profesor de la UMH y coordinador del grupo de Neuroingeniería Biomédica que ha desarrollado este bastón.  "Muchos tienen miedo a salir y en este caso tiene solución".  
Desde hace dos años, los investigadores de la UMH han ido perfeccionando el sistema con las aportaciones de otros invidentes. Al principio pensaron que los avisos fueran sonoros, pero pronto les quitaron la idea: necesitan tener libre el oído. También han tenido que adaptarlo a todo tipo de estancias (en el metro hay demasiados obstáculos y era necesario distinguir personas y objetos),hacerlo ligero (tan solo pesa 50 gramos) e integrarlo como un dispositivo intercambiable que sirva para cualquier bastón.  
Su facilidad de uso, que la batería dure varios días y su precio (Eduardo Fernández señala que no costará mucho más que un bastón tradicional) podrían distinguir al bastón Egara de otros dispositivos, como el más antiguo Ultracane, desarrollado en la Universidad de Leeds en Reino Unido, que funciona por detección de los ultrasonidos y cuesta más de 800 euros.

Investigadores de India han desarrollado también recientemente Smart Cane, capaz de detectar los obstáculos por encima de la rodilla en un rango de medio metro y que incluye aviso por vibración. Tan solo cuesta 3.000 rupias (unos 41 euros) porque los investigadores que lo han diseñado quieren que pueda venderse en los países en desarrollo.


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